Murales del siglo XIX en un claustro de Figueras

El instituto Ramon Muntaner de Figueres y la Generalitat han descubierto unos murales pedagógicos del siglo XIX únicos en Cataluña en las paredes del claustro del centro. Las pinturas fueron hechas entre los años 1840 y 1854. Son dibujos lineales que representan conocimientos de geometría, botánica, zoología, geografía o historia. Se tenía constancia documental, pero se creían desaparecidas. Unos trabajos de mantenimiento han permitido empezarlas a hacer resurgir. De momento, se han hecho varias calas en todo las paredes (tres de las cuatro que rodean el claustro). Son murales al temple, se cree que la mayoría de un solo color, sobre una base de mortero de cal. «Permitían que durante el recreo los alumnos reforzaran sus conocimientos», explica el coordinador pedagógico del instituto, Joan Manuel Soldevilla. La directora del Centro de Restauración de Bienes Amuebles de Cataluña (CRBMC), Àngels Solé, dice que todavía se desconoce la autoría pero ya avanza que las pinturas «son únicas».

Arte y didáctica fundidas en una obra

«Habiéndose adornado las tabicas de su espacioso patio interior con todas las figuras de Geometría, Botánica, Zoología y sistemas planetarios, todo con sus números, para que aún en los momentos de recreo aprendan los niños; y se continuará lo perteneciente a Mecánica, Geografía, Geología, Cronología e Historia».

Este fragmento corresponde a un texto del 1842, que aparecía en un prospecto del entonces Colegio de Humanidades de Figueres, que ahora es el instituto Ramon Muntaner. El documento deja constancia de los murales pedagógicos que decoraban las paredes del claustro y que, hasta ahora, se creía que habían desaparecido.

La casualidad ha permitido redescubrirlos. Durante unos trabajos de mantenimiento que se hicieron este agosto en el claustro, los operarios detectaron fragmentos de las pinturas. La dirección del instituto alertó el Departamento de Cultura y los técnicos del CRBMC hicieron más de una veintena de calas y prospecciones en diferentes puntos de las paredes. Gracias a este estudio previo, parte de los antiguos murales ya vuelven a ser visibles. De momento, sólo son pequeñas partes, pero ya han permitido a los restauradores hacerse una idea de lo que se esconde detrás la actual capa de pintura.

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