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¿Sabes qué son los bancos de semillas de marihuana? Un poco de su historia

Mucha gente compra semillas de marihuana en todo el mundo. Ya sea con ánimo lúdico o terapéutico pero ¿sabes de dónde salen esas semillas? En este post hablamos de los llamados bancos de semillas y de todo lo que hay detrás de cada una de esas pequeñas simientes que se adquieren online o en grow shops.

Si quieres saber más sobre las semillas de marihuana, los bancos de semillas y todo lo relacionado con ello sigue leyendo que es verdaderamente interesante!

¿Qué son los bancos de semillas?

Se trata de expertos en la hibridación y conservación de ejemplares con fines comerciales.

Uno de los secretos para obtener las mejores plantas es tener las mejores semillas y esto se consigue mediante el cruce de distintos ejemplares. Los bancos tienen auténticos expertos en genética que saben como conseguir diferentes variedades partiendo de las ya existentes.

Detrás de cada simiente existe un complicado trabajo de estos genetistas. Ellos son los encargados de producir y catalogar en función de:

  • Dominancia de varietal: existen dos grandes familias como son Sátiva e Índica, cada una con sus características propias. Mientras la primera
  • Género: las semillas pueden ser regulares, feminizadas o autoflorecientes. El cuidado y nivel de implicación de cada una es sensiblemente diferente, de hecho los novatos en el cultivo prefieren las automáticas o autoflorecientes por este motivo.
  • Aroma y sabor: esto es realmente importante para los consumidores de Marihuana y viene muy determinado por la propia semilla de la que se parta a la hora de realizar la plantación. Hay muchísimos matices que van de lo cítrico a las especias, frutos rojos e, incluso, hay variedades con tonos a queso.
  • Tamaño: este no es un tema menor ya que hay variedades que superan los dos metros de altura lo que, por ejemplo, no las hace apropiadas para plantar en interior.

Todas estas variables son muy tenidas en cuenta por los compradores y, la única forma de tener unas ciertas garantías sobre ellas, es acudir a un banco de semillas especializado.

Principales bancos de semillas

Este no es precisamente un negocio nuevo, hace bastantes años que alcanzó su madurez con lo que ya hay algunas empresas que están plenamente consolidadas y que llevan a sus espaldas una amplia trayectoria.

Prácticamente hay bancos en todo el mundo, pero los más reputados suelen ser los holandeses como Sensi Seeds que lleva operando desde los años 80 del siglo pasado. También destacan los Canadienses, Norteamericanos o Sudafricanos, pero existen bancos en numerosos países.

En todos los países existe demanda de este tipo de producto y gracias a las nuevas tecnologías un usuario de, por ejemplo México, puede adquirir semillas de un banco español y recibirlas en su domicilio a través de mensajería al otro lado del océano. Esto, evidentemente, ha supuesto un gran impulso para los bancos de semillas que antes de Internet tenían un carácter mucho más local.

No obstante, antes de comprar semillas a ningún intermediario, recomendamos encarecidamente estudiar y conocer las leyes o repercusiones legales que se puedan desprender de su adquisición. Cada país tiene sus propias reglas al respecto y contravenirlas puede tener consecuencias indeseables para aquel haga un pedido sin conocerlas.

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Un poco de historia sobre las semillas

De Skunkman a Schoenmakers y a Sensi

La primera industria del cannabis en los Países Bajos era un tenebroso mosaico de activistas, proscritos y verdaderos creyentes. La gente venía de todo el mundo para participar, a veces llegando un paso por delante de la ley, y a menudo trayendo lo mejor de su propia genética local. Algunos de los primeros bancos de semillas se formaron como asociaciones entre estos exiliados del cannabis y empresarios locales.

Aquellos comerciantes de semillas de primera generación no se limitaron a hacer proliferar las cepas clásicas, sino que también desarrollaron nuevas variedades. Pronto Neterweed -como llamaban los holandeses a su cannabis cultivado en el país- convirtió los coffeeshops de Ámsterdam en un destino de ensueño para los entusiastas del cannabis de todas las naciones. Muchos se alegraron al descubrir que podían comprar semillas de sus variedades favoritas y llevarlas de contrabando a casa como un preciado recuerdo.

Holanda fue un centro de cultivo de plantas y venta de flores desde la locura de los tulipanes en el siglo XVII, y la industria del cannabis en el mercado gris acabó produciendo semillas en cantidades masivas y enviándolas a clientes de todo el mundo.

Dado que gran parte de esta actividad seguía siendo técnicamente contraria a la ley en los Países Bajos, sobre todo cuando se trataba de envíos al extranjero, la verdadera historia de estos bancos de semillas y de las personas que estaban detrás de ellos suele estar oscurecida por el secreto, y gran parte de lo que se ha registrado está en disputa.

Pero intentemos al menos honrar a los verdaderos pioneros.

Sensi Seeds

Sensi Seeds, creada en 1985 por un holandés llamado Ben Dronkers, y más conocida por popularizar una variedad con el nombre del legendario activista cannábico Jack Herer, se convertiría en la abanderada de la industria, sobre todo en la década de los 90, ya que los pedidos seguían llegando a un pequeño país del norte de Europa que ha desempeñado un papel destacado en la resistencia cannábica mundial.

Hoy en día, toda esa época de ilegalidad puede parecer una reliquia del pasado, pero algunas de las mejores genéticas de cannabis de la Tierra todavía se pueden obtener a través de los bancos de semillas holandeses de la vieja escuela que quedan y de los muchos jóvenes advenedizos que se unieron a sus filas en el camino.

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